"Para agravar las cosas, las presiones aumentan para aprobar nuevas exoneraciones tributarias" Pedro Francke
La orgía fiscal del Presupuesto
El primer ministro Gustavo Adrianzén hablando del presupuesto ante el Congreso que gobierna.
La ley del presupuesto 2025 tenía que aprobarse por el Congreso esta semana, ya que la Constitución establece que el plazo es el 30 de noviembre. Este proceso siempre ha tenido cierta dificultad para asegurar el equilibrio entre ingresos y gastos, lo que requería manejar con cuidado la relación entre Poder Ejecutivo y Congreso, pero se hacía. Este año, como en tantos otros aspectos, ha sido el descalabro. El problema de base es que ya no hay equilibrio de poderes, ahora quien manda es el Congreso y el Ejecutivo es su esclavo, de tal manera que cada uno de los 130 congresistas puja por dinero para su propio interés. Resultado: desarreglo absoluto que termina en un arroz con mango de tamaño descomunal.
Ya este año 2024 hemos visto claramente un descontrol presupuestal. A fines del año pasado se aprobó el presupuesto 2024 estableciendo que el déficit público no podía pasar de 2 por ciento del PBI, unos 20 mil millones de soles. Pero resulta que ese déficit está siendo el doble, más de 40 mil millones. Como se ve, no es una “pequeña violación de la ley”: son 20 mil millones de soles de déficit en exceso, más que todo lo que se destina a los cientos de inversiones en educación, salud y saneamiento. ¿Cómo es esto posible habiendo una ley expresa que establecía ese tope de 2 por ciento? Fácil: al que ha hecho la ley, el Congreso, no le importa que se viole su propia ley, dado que eso es producto de que se cumplen sus mandados. Para suavizar este problema el Congreso hacia mediados de año le permitió al Poder Ejecutivo que fijara el tope de déficit que quisiera. Se autofijaron un máximo de 2,8 por ciento y no lo van a cumplir. Igual no pasa nada: nadie pedirá que rindan cuentas ni habrá ninguna investigación ni reclamo. Recordemos que el actual ministro cumplió funciones y estuvo varias veces subordinado a Luis Carranza, el vocero económico de Keiko Fujimori durante la campaña de 2021. En esas condiciones, como en el virreinato, la ley se acata pero no se cumple.
El nuevo presupuesto del 2025 fue preparado por el MEF bajo la obligación, establecida en una ley previa llamada “de responsabilidad fiscal”, de que el déficit público para el próximo año no debe pasar de 2,2% del PBI. Antes de que entrara este cogobierno Congreso-Boluarte ese tope legal era de 1,5%, pero como un primer mecanismo para legalizar su irresponsabilidad fiscal lo subieron hace unos meses a 2,2%, unos 7 mil millones de soles adicionales que, como se sabe, significan mayor endeudamiento público, mayor carga sobre las espaldas de los futuros gobiernos y las de los ciudadanos, para los años venideros. Pero aun con este tope más alto, si este año 2024 se está violando la meta por más del doble, ¿qué posibilidades hay de que el 2025 se cumpla la ley? Desde que se instaló este cogobierno Dina-Keiko-Acuña han aumentado el déficit anual en 26 mil millones de soles. Es increíble pensar que de repente en un año preelectoral van a recortar el gasto público en 15 mil millones o se van a dedicar a cobrar todos los impuestos que han regalado. Así, es seguro que el próximo año se volverá a incumplir la meta fiscal, a pesar de que los precios del cobre y el oro están por los cielos y eso significa que esas mineras aumentarán sus pagos de impuestos, aunque siempre muy por debajo de lo que sería justo.
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EDICIÓN 711, NÚMERO 15
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