"Hay formas de responder que pueden beneficiar al pueblo peruano sin salirnos de los acuerdos que hemos firmado como país" Pedro Francke

OPINIÓN

Una respuesta posible a Trump


Donald Trump: tramposo desconocimiento unilateral de un tratado.

Trump impuso aranceles del 10 por ciento a casi todos los productos peruanos. Tenemos un acuerdo firmado que dice que no puede hacerlo, pero se zurró en el Tratado de Libre Comercio - TLC.  Preguntado, el primer ministro Gustavo Adrianzén dijo: “No vemos posibilidades para que lo previsto en el TLC se vea afectado”. ¿No le da vergüenza decir semejante idiotez? Alfredo Ferrero, el embajador de Dina en Estados Unidos, ha dicho que “el TLC nos protegió y nos colocó en la base más baja”, pero es fácil comprobar la falsedad de su afirmación ya que la misma tasa de 10 por ciento han recibido Argentina, Brasil y varios otros países que no tienen TLC. Y eso que mientras Perú no cobra nada por la gran mayoría de importaciones de Estados Unidos, Brasil les pone aranceles a productos como etanol, películas, bebidas alcohólicas, productos de telecomunicaciones, maquinaria y equipos y carne de chancho. El gobierno de Boluarte, para variar, no tiene ni idea de cómo enfrentar esta muerte anunciada del TLC y sus ministros sólo rezan porque algún día Trump se digne escucharlos, lo que muy difícilmente sucederá en los meses que les quedan.

En estos momentos es necesario revisar cuál era la situación de nuestro acuerdo comercial con los Estados Unidos. Recordemos que en el TLC con los Estados Unidos, aunque obtuvimos mejor acceso a su mercado, el Perú aceptó varias cláusulas negativas para nuestra economía. El TLC ha tenido tres grandes costos para el Perú. Uno ha sido permitir que sus inversionistas puedan enjuiciar al Estado peruano en tribunales internacionales cuando piensan que les puede afectar un ajuste o cambio legal. El segundo ha sido aceptar que los productos agrícolas norteamericanos, que este año recibirán un subsidio de 42 mil millones de dólares, puedan ser importados sin aranceles. Más de 150 millones de dólares de maíz, trigo y soya entran al Perú anualmente en esas condiciones de competencia desleal, perjudicando a los campesinos y pequeños productores peruanos de alimentos como papas y otros tubérculos que no tienen ningún apoyo, carecen de crédito y deben atravesar caminos rurales en pésimo estado. Un tercer impacto del TLC fue ampliar el monopolio de las grandes transnacionales farmacéuticas, reforzando su capacidad legal de mantener patentes que les permiten cobrar precios totalmente abusivos.

Ahora bien, imaginemos que usted firma un contrato con varias cláusulas negociadas con dificultad, contrato por el cual usted cede en uso un local comercial y se obliga a prestar determinados servicios –digamos darle limpieza y mantenimiento– y recibe a cambio un pago mensual. Luego, de repente y sin ninguna razón, la persona con quien hizo ese trato le dice que le pagará menos y no cancelará los arbitrios que le corresponden.  ¿Aceptaría usted eso sin chistar? Un tratado es un compromiso mutuo que no puede cambiarse unilateralmente. No hacer nada es avalar los abusos y agachar la cabeza de manera servil. El gobierno de Dina lo que hace es ponerse de rodillas, olvidando nuestro himno nacional que nos habla de cómo nuestro pueblo “la humillada cerviz levantó”, por lo que somos libres y debemos serlo siempre.

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