"Las familias de la mayoría de los 85,000 detenidos durante el estado de excepción no saben nada de sus parientes" Daniel Espinosa

OPINIÓN

Alias Batman


Nayib Bukele: se hacía llamar como el hombre murciélago cuando trataba con las maras.

Como presidente de El Salvador, Nayib Bukele tenía el deber de combatir el crimen respetando el sistema democrático, el Estado de derecho y la dignidad humana. Cualquier dictadorzuelo puede barrer con el crimen a través de la violencia indiscriminada y un sistema judicial capturado y opaco.

Pero Bukele no se conformó con estas tácticas, ya de por sí cuestionables, sino que también se dedicó a intercambiar favores y hacer tratos bajo la mesa con los criminales que decía perseguir. Ahora está persiguiendo a los periodistas que han destapado los detalles más sórdidos de su pacto con el diablo.

Hace unos días, “El Faro” entrevistó al jefe de una facción de la organización criminal salvadoreña “Barrio 18”. Carlos Cartagena, alias “Charli”, le contó al medio salvadoreño que las pandillas ayudaron a Bukele a llegar al poder. Detalló que las relaciones entre el ahora mandatario y las maras (como se conoce a las organizaciones criminales callejeras en Centroamérica) comenzaron en 2014, cuando Bukele era candidato a alcalde de San Salvador por el FMLN, partido de izquierdas del que sería expulsado en 2017.

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