"El objetivo pareciera ser más general: la consolidación de un sistema democrático sin ciudadanos" Daniel Espinosa
Infiltrados
Natalia Abu-Sharar, presidenta de la Comunitat Palestina de Catalunya.
Desde Londres hasta Santiago, los policías encubiertos que se infiltran en movimientos civiles y protestas ciudadanas emplean métodos idénticos. Esta forma de represión política suele apuntar, no a quienes podrían considerarse enemigos de la democracia, sino a quien sea que represente una amenaza al statu quo actual, uno en el que las desigualdades se extreman y las ultraderechas pasan a formar parte de la nueva normalidad política.
En España, Natalia Abu-Sharar, presidenta de un movimiento civil que ha sido blanco de la infiltración policial –la Comunitat Palestina de Catalunya–, le dijo a “El Salto” (05/03/25) que este accionar por parte de las fuerzas del orden responde a la persistencia de un “sistema tardofranquista”, que se ceba sobre los movimientos sociales vigilándolos, infiltrándolos, criminalizándolos y limitando su capacidad para organizarse.
Desde 2022, investigaciones de la revista “La Directa” han destapado una decena de casos de infiltración de movimientos ciudadanos catalanes. Los policías encubiertos, armados con identidades falsas, consiguieron penetrar varios movimientos de protesta en el marco de operaciones diseñadas para durar años, llegando incluso a formar lazos sentimentales con las víctimas de su espionaje. Su objetivo no era armar casos criminales –como sucedería cuando un policía infiltra una organización delictiva–, sino simplemente recabar información.
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EDICIÓN 756, NÚMERO 16
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