REPORTAJE

La mina de “Chibolín”

Alonso Zambrano
Andrés Hurtado no sólo era un traficante de influencias y un vendedor de conexiones al servicio de alguna impunidad: la Fiscalía apunta ahora a señalarlo como un lavador sistemático de dinero procedente de la minería ilegal

Andrés Hurtado, alias “Chibolín”: toda una red de empresas fantasmas con un solo propósito.

“Aquí casi todos los jueces conocían a ‘Chibolín’. Él ha puesto vedettes para los cumpleaños de algunos magistrados. También ha puesto orquestas para celebraciones que se hacían en sus casas de playa. Con él se coordinaba para algunos eventos donde venía gente del espectáculo como Eva Ayllón y Natalia Málaga”, dice un juez de la Corte de Lima cuando le preguntamos por Andrés Hurtado Grados.

El magistrado, quien nos pide no revelar su nombre, asegura que desde hace años “Chibolín” mantenía un estrecho vínculo con jueces y fiscales. “A algunas magistradas les regalaba viajes y a otras hasta cirugías estéticas”, añade la fuente.

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