Crimen y castigo
Niños gazatíes víctimas de la barbarie de Israel en su guerra de exterminio.
El pasado jueves 21 de noviembre la Corte Penal Internacional (CPI) ordenó el arresto del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el exministro de defensa, Yoav Gallant, y el comandante del brazo armado de Hamás, Mohammad Diab Ibrahim. El mandatario israelí podrá burlarse olímpicamente del mandato de la corte con ayuda de buena parte de los países occidentales. En el caso del cabecilla de Hamás, la orden será de difícil cumplimiento si es que, como asegura Tel Aviv, fue ejecutado en agosto pasado.
“La pregunta es por qué la orden de arresto contra Vladimir Putin fue tan rápida mientras que para ordenar la detención de Netanyahu y Gallant se tomaron 370 días, más de un año. Eso revela la hipocresía de la aplicación del Derecho Penal Internacional”, dice a esta publicación Lisa Hajjar, directora del departamento de sociología de la Universidad de California, en Santa Bárbara.
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EDICIÓN 711, NÚMERO 15
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