El 25 de marzo Rümeysa Öztürk (30), de nacionalidad turca, fue secuestrada por seis agentes con pasamontañas cuando iba de camino a su casa.

La administración Trump ha emprendido una campaña de secuestros y deportaciones masivas a lo largo y ancho de Estados Unidos. Diez días después de jurar el cargo puso en la diana a estudiantes y académicos que se pronunciaban en contra del genocidio palestino. El martes 8 de abril el Departamento de Estado ya había revocado 300 visas de estudiante. Europa, furgón de cola, ya ha empezado a remedarlo.

El 8 de marzo Mahmoud Khalil (30), estudiante palestino de Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia, regresaba a casa con su esposa embarazada cuando fue arrestado en la puerta de la residencia universitaria donde vivían. Sin explicación alguna, se lo llevaron cuatro agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE). De nada le sirvió tener permiso de residencia permanente.