Adolfo Suárez Valerio (34) murió asfixiado por policías que lo intervinieron la tarde del último 28 de marzo.

El cadáver de Adolfo Suárez Valerio llegó esposado al hospital de Barranca. Más tarde, los forenses describieron en el informe de necropsia la violencia que padeció antes de morir. Las evidencias recopiladas por la Fiscalía Penal Especializada en Derechos Humanos de Huaura apuntan a que los agentes de la Policía Nacional lo habrían asfixiado hasta matarlo.

Eran las 4 de la madrugada del 28 de marzo cuando Adolfo Suárez Valerio (34) y su padre, Grabiel Suárez Martínez (71), se despertaron. Agricultores de la localidad de Llamachupan, en Áncash, solían ir a Barranca (Lima). El viaje de cuatro horas era una rutina para Adolfo Suárez porque en Barranca vive su familia materna.