Alfredo Azurín, congresista que denunció el estado de las instalaciones de la Dirandro en el nuevo aeropuerto: “La Dirandro requiere implementos tecnológicos, reactivos, muchos elementos que no tendrán disponibles en un lugar tan reducido”. (FOTO: César Zamalloa/H13)

A pocos días de la inauguración del nuevo aeropuerto se descubre la precariedad de la oficina destinada a la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional (Dirandro), la poli que persigue a los burriers. “¿Cómo es posible que en el aeropuerto de uno de los principales países productores de cocaína de la región no se hayan preocupado por habilitar un espacio idóneo para la Dirandro?”, pregunta el criminólogo Nicolás Zevallos. 

“Han sido mezquinos al destinar áreas para las entidades públicas, nuestras oficinas son de drywall. Si fuera por LAP, alquilarían todo. Ha primado su interés comercial por encima de la seguridad”, señala un agente de la Dirandro.