Le cortaron las alas

La piloto con el avión de instrucción de fabricación surcoreana KT-1P, del cual no lograría salir con vida.
Dieciséis días después del accidente, la Marina encontró el cuerpo de la piloto Ashley Vargas Mendoza la tarde del jueves último. Según las primeras informaciones, estaba dentro de la cabina del avión de instrucción KT-1P N° 446, atada a su asiento, con el cinturón de seguridad puesto. No logró eyectarse.
La aeronave había sido arrastrada por la marea hasta una zona cubierta de vegetación marina, frente a la playa Mendieta, en la Reserva Nacional de Paracas. Un robot del BAP “Carrasco” habría localizado la figura sumergida a más de 900 metros de profundidad.
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EDICIÓN 736, NÚMERO 16
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