REPORTAJE

Gritos y susurros

Shanna Taco Loaiza
Una residencia para ancianos también puede ser una pesadilla

La sede de Miraflores en la avenida Roca y Boloña.

El grito de Demo se escuchó en toda la residencia. Era el 31 de diciembre, por la mañana. El ascensor, que llevaba meses fallando, se paró. Nadie era capaz de forzar la puerta. El anciano que estaba dentro, uno de los residentes de la casa de reposo “Illary”, no aguantó el susto y se desmayó. “Demo está en el ascensor”, escribió el médico Armando Silva en el chat del personal. Pasaron tres horas hasta que por fin llegaron los bomberos.  

Esta publicación accedió al grupo de WhatsApp del personal que trabaja en la casa de reposo “Illary”. Las conversaciones, audios y fotografías describen un lugar de horrores.  

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