REPORTAJE

El suero de la verdad

Bruno Amoretti
Los deudos de las víctimas a las que se les administró el letal producto de Medifarma han desistido de plantear una demanda a cambio de indemnizaciones. Se repite el caso del Real Plaza de Trujillo

Planta de producción de Medifarma ubicada en Ate, lugar donde se fabricó el veneno salino que acabó con la vida de siete personas. La empresa farmacéutica ha reiniciado la producción de suero fisiológico a inicios de julio. (FOTO: Joel Duran/H13).

En el Perú quitar la vida sale barato, sobre todo si se hace a la sombra de una “gran empresa”. El laboratorio Medifarma y la clínica Sanna han cerrado acuerdos económicos extrajudiciales con los deudos de las víctimas mortales del suero venenoso. Ahora sólo esperan que la Fiscalía cierre las investigaciones penales. No será difícil porque los tres expedientes están congelados y Medifarma ya está lista para volver a vender su suero.

El expediente a cargo del fiscal Julio Cáceres Najarro está condenado al fracaso. En los últimos cuatro meses lo único que ha hecho es tomar declaración a los deudos y a los trabajadores de Medifarma y Sanna que están vinculados a la producción del suero y a su fatal administración a Alejandra Landers Carpio (26), Elva Ramírez Palma (72) y Santiago Yan Lam (91). El fiscal no llevó a cabo ninguna otra pesquisa que sea relevante para aclarar qué sucedió y depurar responsabilidades.

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